Todos hemos oído hablar de miopía, de hipermetropía y también de astigmatismo. Las dos primeras más o menos todo el mundo sabe lo que son: la miopía es cuando no vemos bien de lejos y la hipermetropía cuando no lo podemos hacer de cerca. Pero, ¿y el astigmatismo, qué es el astigmatismo exactamente? ¿Es cuando no vemos bien de lejos o cuando no vemos bien de cerca? Pues ni una cosa ni la otra y las dos a la vez… Sí, sabemos que suena un poco raro, así que vamos a explicarlo más claramente.
El astigmatismo, junto con la miopía, la hipermetropía y también la presbicia forma parte de lo que se conoce como defectos refractivos. Se entiende por defectos refractivos aquellos que afectan a nuestro enfoque, a nuestra refracción. Es decir, que provocan que no podamos enfocar correctamente. Como ya hemos dicho la miopía nos impide enfocar bien las imágenes lejanas y la hipermetropía los objetos cercanos. El astigmatismo en cambio impide enfocar simplemente, a cualquier distancia. Se trata de un defecto refractivo que provoca una distorsión de aquello que vemos.
La mayoría de las veces, el astigmatismo, se presenta combinado con la miopía o la hipermetropía. Es muy raro el caso en que se presente de manera aislada. Por suerte, como veremos a continuación, la manera de tratar ambos defectos refractivos es la misma.
Como oftalmólogos en Barcelona nos encontramos ante muchos casos de pacientes que presentan esta patología. Pero expliquemos con más profundidad qué causa el astigmatismo: Para que podamos enfocar las imágenes correctamente, éstas se deben reflejar exactamente sobre nuestra retina. En el caso de la miopía nos encontramos frente a ojos más grandes de lo habitual, por lo que el enfoque de los objetos lejanos se produce en un plano situado por delante de la retina. Con la hipermetropía ocurre justo al contrario, al tratarse de ojos más pequeños, cuando intentamos enfocar objetos lejanos el punto de enfoque se sitúa por detrás del plano de la retina. Tanto en un caso como en el otro al consecuencia es una imagen desenfocada por no estar situada exactamente sobre la retina.
La causa del astigmatismo hemos de ir a buscarla en la forma de la córnea y del cristalino. Recordamos que la córnea y el cristalino son las dos lentes con las que enfocamos los objetos. La córnea es la lente externa de mayor potencia, y el cristalino se encuentra en el interior de ojo, por detrás del iris y tiene la capacidad de modificar su forma, y por lo tanto su potencia para poder enfocar los objetos. Para que el enfoque se realice correctamente la curvatura de ambas lentes debe ser la misma.
Una cornea normal, sin astigmatismo, tiene una forma redondeada, como de pelota para entendernos. En cambio, un ojo astigmático tiene una córnea con una forma más alongada, con forma de huevo. Esto hace que la curvatura de la córnea no sea uniforme, sino que presente diferentes curvaturas en sus diferentes planos. Estas variaciones en la curvatura hacen que haya una diferencia respecto de la curvatura que presenta el cristalino. Es por esta razón que el astigmatismo siempre va relacionado con un grado concreto de la córnea, el grado en que la curva no coincide con la curvatura del cristalino.
La consecuencia es que en lugar de un único punto de enfoque, aparezcan varios puntos de enfoque sobre la retina y, por ende, que se genere una imagen distorsionada, tanto los objetos cercanos como los lejanos. La visión de una persona con astigmatismo por lo tanto es borrosa, sin nitidez, distorsionada.
Ni el astigmatismo, ni la miopía, ni el astigmatismo se pueden considerar una enfermedad. Se trata simplemente de defectos refractivos. Del mismo modo que unos nacen con la nariz o las orejas más grandes o más pequeñas, otros lo hacen con los ojos más o menos grandes o con una curvatura más o menos uniforme.
Lo primero que queremos hacer es desmentir falsos mitos como que el astigmatismo puede aparecer por mirar demasiado la televisión o cualquier otra pantalla, por leer con poca luz, etc.
Se desconoce exactamente cuál es la causa de que el astigmatismo se desarrolle. El único factor que parece realmente tener más peso es el factor hereditario. Por otro lado, se ha comprobado que sufrir algún tipo de lesión ocular también puede inducir la aparición del astigmatismo.
Actualmente existen tres métodos para corregir el astigmatismo:
De estas tres soluciones tan solo las dos últimas solucionan de forma permanente el defecto refractivo y no generar dependencia a ningún elemento externo como las gafas.
No ver nítidamente o no poder enfocar a todas las distancias es un síntoma claro de que existe algún tipo de defecto refractivo, en el mejor de los casos. Es aconsejable acudir al oftalmólogo siempre que no veamos correctamente, en primer lugar porque siempre existen soluciones para mejorar nuestra visión y en segundo lugar, y aún más importante, porque un descenso en la calidad visual puede esconder otro tipo de enfermedades más graves que requieren de una acción médica -o tal vez quirúrgica- más contundente e inmediata.
Hay enfermedades como el glaucoma que se deben tratar lo antes posible porque un descenso en la visión será casi con toda seguridad permanente e irrecuperable. Esto lo explicamos de manera más extensa en otro artículo en el que analizábamos qué es el glaucoma y cuáles son sus consecuencias.
Por otro lado, el astigmatismo, la miopía y la hipermetropía son defectos que aparecen a edades bastante tempranas por lo que corregirlos a tiempo es muy importante para evitar, entre otras cosas, problemas de fracaso escolar. En este artículo ya hablábamos sobre qué es el astigmatismo.
Como se suele decir “la experiencia es un grado” y en ese aspecto nuestro centro cuenta con los más expertos especialistas para tratar no solo el astigmatismo sino cualquier otro tipo de defecto refractivo.
Además, contamos con la tecnología diagnóstica más precisa y de última generación para ofrecer a nuestros pacientes la mejor solución a su problema ocular.
Nuestra Clínica Castanera es pionera en cualquier rama de la oftalmólogia: cataratas, glaucoma, defectos refractivos, retina y mácula… Incluso realizamos diferentes tipos de tratamientos faciales con todas las soluciones estéticas a tu alcance: botox, carboxiterapia, ácido hialurónico y por supuesto la blefaroplastia o cirugía de párpados y también la eliminación de quistes y verrugas, etc.
Así que si tienes cualquier tipo de problema ocular y deseas tratarlo con el máximo de garantías estaremos encantados de atenderte.
Explora todas nuestras revisiones, controles y pruebas para cuidar tu salud visual.
Conoce más sobre Clínica Tacir y sus tratamientos para todo tipo de patologías oculares.
Aquí te contamos todo sobre cataratas, glaucoma, miopía, vista cansada, ojo seco, etc.