La retina es una estructura que recubre toda la parte posterior del globo ocular en su parte interna. Está llena de receptores que se encargan de procesar todo lo que vemos y, a través del nervio óptico, transmitirlo a nuestro cerebro para que lo interprete.
Existe una zona muy concreta y pequeña en la retina que se denomina mácula. Es donde se reflejan las imágenes de aquello que enfocamos con la mirada. Es decir, con la mácula obtenemos nuestra visión central y el resto de la retina nos da la visión periférica.
El globo ocular mantiene su forma y consistencia gracias a una sustancia gelatinosa que lo rellena denominado humor vítreo.
Dos de las afecciones más importantes que pueden tener lugar en estas estructuras son el desprendimiento de retina y la aparición de miodesopsias o moscas volantes. En ambos casos la única solución es la intervención quirúrgica, llamada vitrectomía.
En el caso de las moscas volantes la intervención es muy rápida. Se trata de ir aspirando despacio las condensaciones del humor vítreo (miodesopsias). En cuanto al desprendimiento de retina puede estar relacionado con algún tipo de retinopatía que causa un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos. Este hecho provoca que la retina se rompa y se desprenda. Suelen ser casos más complejos y que requieren diferentes técnicas e instrumentos para volver a posicionar la retina en su lugar.
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